Comprometido a ti
asido a tu cintura magistral
recorro con mis manos tus espacios
tus huecos reprimidos
tus praderas dormidas
y vibro
convulsiono mis paredes
caminando tu pecho de alelíes
tus caderas sensibles
Rotundamente dejas
que mis manos
se apoderen de ti
de tu fastuoso viaje
deletreando tu boca con mi boca
incrustando mi piel
y mi sudario
en tu llanura vasta y ambiciosa
en ti
en todo ello
en las febriles aguas de tu cuenco
Desciendo por un tiempo
para elevarme luego hasta el imperio
de los que habitan los placeres exprimidos
hasta el último clamor de lo existido