1.26.2018

Si bebes de mi copa






Si bebes de mi copa

Las palabras no alcanzan para expresar mis ansias
de tenerte en mis brazos muriendo en las batallas.
He visto prosperar en tu montaña indómita
las flores del placer
del amor
del  anhelo.
Te quiero para mí  para mi propio lecho
para que seas mi aliento en mi vida menguada.
Yo no soy una asceta mujer que no germina.
Soy la vida y la muerte cuando tengo tus notas
palpando mis esencias con tus dedos devotos.

Sobre la manta blanca donde espero tus vuelos
tendrás que hacer un baile que me diga a quién donas
la infinidad de besos que atesora  tu boca.
Quiero ser la guardiana de todos tus secretos
deberás despojarte de cada uno de ellos
y brindarme los fuegos
las bondades del genio
los ritos
los embrujos que saben despertarme
y llevarme a la cumbre en todos tus ingresos.

Estoy plena de fuentes de inagotables fluidos
que escapan por el surco de las avaras mieses.
Sólo sé que te busco
te ofrezco
te provoco
para ver en tus ojos la miel de mis antojos.
Dame tu dulce tiempo en esta noche impropia.
Piensa en mi soberana pasión por tus hervores
y recuerda los júbilos que anticipan tu logro.

Si bebes de mi copa los elixires rojos
saboreando las gotas del grito primitivo
se incendiará tu cuerpo
explotarán los ríos
rugirá la montaña
la selva tendrá frío
pues todos los secretos de mi loba parida
sembrarán en la tierra el néctar de la vida.

Y como loba ardiente que lucha por su goce
te clavaré los dientes en tu gemido inerte
para que surja el grito ahogado en tu memoria
el grito de la tierra con su lava pletórica
que partirá del centro de tu sexo prehistórico
desbordando de luces este planeta ansioso
de sentir los temblores de un orgasmo fastuoso.


Beatriz Ojeda
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