Con campanas al viento
he vuelto esta mañana
a descubrir mi vientre
mi duende, mi santuario.
Escucha como tañen
las campanas del cielo
porque las marquesinas
de mi pecho se encienden.
Hay una fiesta en puerta
con trinos de una alondra
mi cuerpo gira y gira
con vuelos de gaviotas.
Es mar violento y ruge
mi boca entre tu boca
y los lobos aúllan
reflejando esta ronda.
Deambulan por mi casa
mariposas nocturnas
sorprendidas del fuego
de mis sábanas blancas.
Testimonian la muerte
de la vida vencida
que renace en el juego
de una red de suspiros.
2 comentarios:
Muchas gracias por tu visita.
He quedado maravillada por tus poemas.
La poesía erótica debe marcar esa armonía del cuerpo en comunión. Lo logras con maestría.
Te felicito
AMALIA
ZARINA
Gracias por tu visita y comentarios.
Aquí me tienes para devolverte la atención.
Tu blog es una preciosidad tanto en forma como en contenido.
Besos
Narci
Publicar un comentario