Si no te encuentro en mi rincón

Si no te encuentro en mi rincón Si no te encuentro en mi rincón en mi placer de brasa. Si tus aromas no permanecen en mis brazos, rugirá la selva su grito primitivo al son de los tambores exaltados. Hembra de fuego cálida antorcha suave y jugosa, terciopelo negro agreste, árida, estepa seca, liviana, etérea, inexplicable. Ávida y frágil bajo mis pies reposas, aunque te horade con mis cien agujas, aunque te pida más y más mi hambre, aunque te hunda mi voraz anhelo, estás ahí abriéndote a mi ruego vibrando con el añejo sortilegio de mi embriaguez de hombre. Tu vientre generoso está encendido mujer de mi, mujer primera. Vivo por ti y muero cuando quieras soy un sirviente más de tus entrañas. Puéblame hoy con tu savia vigorosa Dibuja en mi corona tu reinado y dime adiós con tiempo para dejar tu lecho Tierra Mía Beatriz Ojeda Derechos de Autor